viernes, 15 de enero de 2016

There's a Starman in the skay

Se me había olvidado lo que sentí la primera vez que vi sus fotos, no sé ni como llegué a él, prácticamente en sus inicios, en una España aburrida. Descubrí un ser mágico, bello, especial, esa estética, su voz, el sonido de su  música, todo en él era de otro mundo, y existía en el mio, eso me hizo creer que mi vida podía ser interesante y que me llegaría a gustar. Estaba convencida que cuando me hiciera mayor sería diseñadora de sus trajes... quería vivir en su mundo. 
Fue un sueño, lo creó y lo soñé, y como dijo Calderón de la Barca; 
¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción... que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son. 
El lunes 11 acabó su trabajo en la tierra y nos dejó, como El Pequeño Principe dejó al Aviador. Blackstar en el corazón.
There's a Starman waiting in the skay


kanzashiland recuerdos David Bowie

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